A los pocos días de asumir el cargo de nuevo consejero de Interior del Gobierno Vasco, quiero ponerme a disposición de toda la sociedad vasca, expresar mi firme compromiso con la responsabilidad que el Lehendakari me ha encomendado, y trasladar un mensaje de esperanza.

Voy a trabajar con todas mis fuerzas para que, lo antes posible, Euskadi sea el país con el que soñamos todos y todas, una tierra donde todos los ciudadanos y ciudadanas podamos convivir en paz y en libertad.

El primer objetivo de mi Departamento va a ser la lucha contra el terrorismo en todos sus frentes. Por eso, vamos a poner todos los recursos a nuestro alcance para conseguir el final de ETA y llevar la tranquilidad a las miles de familias que cuentan entre sus miembros con alguna persona amenazada.

Sin embargo, considero que alcanzar esta meta es una tarea que nos compete a todos. De ahí que sienta la necesidad de lanzar un segundo mensaje a toda la ciudadanía vasca: es preciso que trabajemos todos juntos para mostrar nuestro rechazo y repulsa a  quienes se creen legitimados para matar a una persona por el mero hecho de que no piensa como ellos.

Para acabar con el terrorismo no basta con reforzar la labor policial, aplicar las reglas del Estado de Derecho y apoyar las decisiones de los jueces. Es imprescindible, además, abordar urgentemente la tarea de deslegitimar ética, política y socialmente no sólo a aquellos que asesinan, extorsionan y amenazan, sino también a quienes les amparan y justifican.

El Lehendakari Patxi López y su Gobierno impulsarán el liderazgo político e institucional necesario para conseguir este objetivo.

Estoy convencido de que la sociedad vasca, así como también el conjunto de los partidos políticos democráticos, tienen mucho que ofrecer para realizar esta labor deslegitimadora con éxito. Todos juntos podemos conseguir que quienes practican la violencia y quienes les amparan y justifican perciban que son rechazados sin paliativo alguno por el resto de la ciudadanía y comprendan que están completamente solos.

En todo caso, la responsabilidad que asumo como consejero de Interior va mucho más allá de la lucha contra ETA. Mi segundo gran reto consiste en la Seguridad Ciudadana, haciendo un esfuerzo constante de de coordinación policial para velar por el bienestar y la tranquilidad de nuestros ciudadanos y ciudadanas.
Desde mi Departamento, también impulsaremos la lucha contra el terrorismo machista y la atención a las mujeres que lo padecen, para lo que ya hemos creado una nueva dirección de asistencia a las víctimas de la violencia de género.
Vamos a prestar una atención permanente a la especialización de nuestros policías, para mejorar nuestra capacidad reacción contra otros delitos cada día más habituales,  como la pedofilia, el crimen organizado o los delitos informáticos.

Estudiaremos nuevas soluciones a nuestros problemas de tráfico, y nos proponemos, por último, dar un impulso muy importante a las Emergencias y la Protección Civil.

Tenemos cuatro años por delante para realizar una tarea apasionante. Contamos con los medios adecuados para conseguirlo. En especial con la profesionalidad y las ganas de trabajar que en los pocos días que llevo al frente de este Departamento he podido percibir en la Ertzaintza. Para mí, representa todo un orgullo ser el máximo responsable de los 8.000 agentes de nuestra Policía.
A todos ellos, y al conjunto de la sociedad, les envío mi más afectuoso saludo.

Rodolfo Ares
Consejero de Interior