Quien bien te quiere te hará feliz

Una de las realidades que más te costará asumir si estás sufriendo violencia de cualquier tipo es que tu pareja o ex pareja no te quiere, y que el amor no tiene nada que ver con la violencia, por mucho que la literatura o las películas nos quieran vender. Porque...

  • El amor es respeto, es igualdad, no es una constante lucha de poder, y menos aún una necesidad absoluta de dominar a la otra persona.
  • El maltratador utiliza el modelo del amor romántico para justificar lo injustificable y para des-responsabilizarse y culparte a ti de lo que ocurre. También lo utilizará para que le perdones después de cada episodio de violencia, aunque llega un momento en que te das cuenta de que hagas lo que hagas tú no puedes cambiarle, ni controlar su violencia.
  • El control no es amor, es posesión, igual que los celos. No eres suya, no eres de nadie. Te debes a ti misma, y a nadie más. Las personas celosas te agobian y presionan porque necesitan tenerte bajo control, no por amor, sino por sus frustraciones, inseguridades, etc., de las que tú no eres culpable ni responsable.
  • Si te quisiera, te apoyaría aun a costa de no estar de acuerdo con alguna de tus decisiones, sería un apoyo y no un lastre.
  • El amor no lo puede todo. El amor que sientes por él no va a cambiar algo que él lleva aprendiendo toda su vida. Una vez que te pierde el respeto, una vez que aprende que puede conseguir lo que quiera usando la violencia, porque es un modo rápido y que no requiere esfuerzo de conseguir lo que se quiere, volverá a usarlo una y otra vez.
  • El fin no justifica los medios. Tienes derecho a decir basta, y que esa persona acepte que ya no quieres estar con él, porque te hace daño. No te quiere más porque insista, no soporta que tú le dejes, no soporta perder su objeto de control.
  • No tienes por qué ser pasiva con él porque es lo que se espere de ti, ni dependiente emocionalmente, puedes tomar iniciativas, ser activa, y si él no lo respeta, no te quiere.
  • Amar es mostrarse como se es, libremente, valorando a la pareja de manera positiva, respetando la autonomía personal y creciendo con ella emocionalmente.
Fecha de la última modificación: 22/09/2011